La esquizofrenia es una enfermedad que causa pensamientos y sentimientos
extraños, y un comportamiento poco usual. Es una enfermedad psiquiátrica poco
común en los niños, y es muy difícil de reconocer en sus primeras etapas. El
comportamiento de niños y adolescentes con esquizofrenia puede diferir del de
los adultos con esta enfermedad. Es un desorden cerebral que deteriora la
capacidad de las personas para pensar, dominar sus emociones, tomar decisiones
y relacionarse con los demás. Es una enfermedad crónica y compleja que no
afecta por igual a quienes la padecen.
¿A quién afecta la esquizofrenia?
La esquizofrenia es una enfermedad mental que afecta a algo
menos del 1 por ciento de la población de todo el mundo con independencia de
razas, civilizaciones y culturas. Según datos de la OMS, afecta a unos 52
millones de personas en todo el mundo. En España, se estima que existen unas
300.000 personas afectadas por esta dolencia y se calcula que, cada año, se
diagnostican entre 15 y 30 casos nuevos por cada 100.000 habitantes.
¿Cómo detectar la esquizofrenia en los niños?
Las esquizofrenias que aparecen antes de los 5 años tienen
rasgos extremadamente comunes con el autismo, y solamente una evolución
posterior, con la aparición de síntomas psicóticos propiamente dichos,
permitirá un diagnóstico certero. De hecho, antes de los 3 años, el diagnóstico
diferencial es muy improbable. Es prácticamente imposible distinguir una
esquizofrenia de un autismo. Solamente quedará esclarecido con el paso del
tiempo.
A partir de los 5 años, el diagnóstico diferencial se va
esclareciendo con la presencia de síntomas psicóticos (alucinaciones, delirios)
en la esquizofrenia. Pero, se pueden notar algunas señales de alerta en los
niños con esquizofrenia. El comportamiento de un niño con esquizofrenia puede
cambiar lentamente con el paso del tiempo. Por ejemplo, los niños que
disfrutaban relacionándose con otros pueden comenzar a mostrarse tímidos y
retraídos, como si vivieran en su propio mundo. A veces, comienzan a hablar de
miedos e ideas extrañas. Pueden comenzar a aferrarse a sus padres y a decir
cosas que no tienen mucho sentido. Los maestros pueden ser los primeros en
darse cuenta de estos problemas.
¿La esquizofrenia es hereditaria?
Si en la familia hubo otros antecedentes familiares de
esquizofrenia puede ser hereditaria, pero en un porcentaje relativamente bajo
(no supera el 25 por ciento de posibilidades), pero si la esquizofrenia se
desencadenó por factores de estrés ambiental, o por otras causas que no son
genéticas, no hay razón para heredarla.
¿Qué se debe hacer?
A los niños con estos problemas y síntomas, hay que hacerles
una evaluación integral. Generalmente, estos niños necesitan un plan de
tratamiento que envuelve a otros profesionales. Una combinación de medicamentos
y terapia individual, terapia familiar y programas especializados (escuelas,
actividades, etc.) son a menudo necesarios. Los medicamentos psiquiátricos
pueden ser útiles para tratar muchos de los síntomas y problemas identificados.
Estos medicamentos requieren la supervisión cuidadosa de un psiquiatra de niños
y adolescentes.
Formas de esquizofrenia
No todas las esquizofrenias son iguales, ni evolucionan de
la misma manera. Una vez realizado el diagnóstico, los profesionales las
dividen en cuatro:
- PARANOIDE: Es la más frecuente. Se caracteriza por un
predominio de los delirios sobre el resto de los síntomas, en particular
delirios relativos a persecución o supuesto daño de otras personas o
instituciones hacia el paciente. El enfermo está suspicaz, incluso irritable,
evita la compañía, mira de reojo y con frecuencia no come. Cuando se le pregunta,
suele eludir la respuesta con evasivas. Pueden darse alucinaciones, lo que
genera mucha angustia y temor.
- CATATÓNICA: Es mucho más rara que las formas anteriores y
se caracteriza por alteraciones motoras, ya sea una inmovilidad persistente y
sin motivo aparente o agitación. Un síntoma muy típico es la llamada obediencia
automática, según la cual el paciente obedece ciegamente todas las órdenes
sencillas que recibe.
- HEBEFRENICA: Es menos frecuente, y aunque también pueden
darse las ideas falsas o delirantes, lo fundamental son las alteraciones del
estado de ánimo. Esta forma de esquizofrenia suele aparecer antes que la
paranoide y es mucho más grave, con peor respuesta a la medicación y evolución
más lenta y negativa.
- INDIFERENCIADA: Este diagnóstico se aplica a aquellos
casos que, siendo verdaderas esquizofrenias, no reúnen las condiciones de
ninguna de la formas anteriores. Se suele utilizar como un "cajón de
sastre" en el que se incluyen aquellos pacientes imposibles de definir.
Tratamiento de la esquizofrenia
El tratamiento de los procesos esquizofrénicos suele quedar
reservado para el psiquiatra. Requiere el empleo de medicamentos difíciles de
emplear, tanto por lo limitado de sus efectos como por la cantidad de
reacciones adversas que pueden provocar. En general, los síntomas psicóticos
antes citados corresponden a dos grandes grupos:
- Síntomas "positivos", o productivos. Se refiere
a conductas o modos de pensamiento aparecidos en la crisis psicótica, en forma
aditiva (nuevas conductas se añaden a las existentes). Son los delirios y las
alucinaciones fundamentalmente. En este caso la palabra "positivo" no
tiene connotaciones favorables; significa simplemente que "algo se suma o
añade", y ese "algo" (delirios, alucinaciones) no es en absoluto
nada bueno.
- Síntomas "negativos", o propios del deterioro:
se restan capacidades apareciendo signos de embotamiento o de carencia.
Disturbios psíquicos, el aplanamiento afectivo, la torpeza en las relaciones
interpersonales, la inutilidad laboral... son típicos síntomas negativos.
Pues bien, los tratamientos básicos antipsicóticos
(neurolépticos, electroshock) suelen actuar más o menos sobre los síntomas
positivos. Pero no tenemos nada que actúe de forma brillante sobre los
negativos. Solamente el empleo de algunos neurolépticos concretos o de
antidepresivos a dosis bajas puede ser de alguna ayuda. Su manejo exige
muchísimo cuidado, pues pueden reactivar una fase aguda de la esquizofrenia. El
electroshock se reserva para los casos de baja respuesta a los neurolépticos, o
para cuadros muy desorganizados con riesgos físicos para el paciente (conductas
autoagresivas, por ejemplo). Su utilidad se ciñe sólo a la fase activa, y
solamente para los síntomas positivos.
La exposición prenatal al virus de la gripe podría
aumentar el riesgo de desarrollar esquizofrenia en el futuro.
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Fuente: neurologia.com
Un nuevo estudio publicado en la revista Biological
Psychiatry muestra que adultos con esquizofrenia que han estado expuestos al
virus de la gripe durante su gestación obtienen resultados más bajos en las
pruebas de coeficiente intelectual (CI) que el promedio poblacional. Estos
resultados se obtienen en la niñez, antes de la aparición de la psicosis.
La exposición prenatal al virus de la gripe no parece tener
efecto sobre el CI infantil en los participantes del estudio quen o sufren de
esquizofrenia. Los autores destacan también que los efectos dependien de la
cepa viral, ya que sólo la infección materna con el virus de la gripe B, pero
no A, se asocia con el rendimiento cognitivo infantil y la aparición futura de
la esquizofrenia.
Los resultados sugieren que la disminución en el rendimiento
cognitivo que aparece con frecuencia en los niños que desarrollan esquizofrenia
podría atribuirse parcialmente a la exposición fetal al virus de la gripe. No
obstante, la exposición a este virus no es la única responsable, ya que algunos
otros factores asociados con la esquizofrenia, tanto genéticos como
ambientales, podrían hacer más vulnerable el cerebro fetal al daño que produce
el virus de la gripe.
Que interesante tema, gracias por compartirlo, nos ayuda a estar atentos con nuestros hijos, saludos desde mi querida Guatemala
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