Quiero presentarles a una nueva amiga cuyo trabajo me atrae en sobre manera,es Cristi ,http://colegioamapola.blogspot.com/ ,quieren saber hasta que dimensiones la humildad y sabiduría de nuestros niños , hoy pueden instruir, concientizar,o simplemente dar ;sigan este blog y se maravillaran.
Cristi
"Los niños no necesitan padres gigantescos, sino seres humanos que hablen su lenguaje y que sean capaces de penetrar en sus corazones" Cury Augusto
DOMINGO 21 DE AGOSTO DE 2011
Tecer Premio: "El sonido de los pájaros". Cuarto Premio: "Voy a ser inventor".
Tercer premio
El sonido de los pájaros
Artista cubano Denis Nuñez
Un día un niño llamado Jack que fue a pasear al campo, mientras paseaba tranquilo oyó el suave cantar de los pájaros y se imaginó un instrumento que imitase el canto de las aves, ese canto que parecía una guitarra afinada de forma muy aguda.
Al llegar a su casa, le pidió a su madre si podía ir a la tienda de música. Una vez allí intentó tocar la guitarra, pero era demasiado grande y su sonido era muy grave. Se dirigió al mostrador:
- Disculpe, señor, ¿me podría decir cómo hacer un instrumento de música?, ¿cómo afinar los sonidos de la guitarra?.
- ¿Cómo? – preguntó extrañado el dueño de la tienda-.
No sé. Hay que coger un poco de madera. Se coge pegamento, se recorta… para afinar una guitarra tienes que…
-¡Gracias!
Cuando el joven regresó a su morada, comenzó a dejar vagar su imaginación para poder diseñar un instrumento musical cuyo sonido se parecería al del canto de un pájaro.
Por su ventana se oía el canto de los últimos pájaros del día que se despedían con sus agudos silbidos y notas musicales.
Al día siguiente, el niño se dirigió a la biblioteca para obtener más información. Fue a la carpintería, compró lo necesario para construir su invento; también fue a la tienda de música, obtuvo cuerdas y clavijeros.
A escondidas cogió un martillo y clavos del garaje y se dirigió su material al campo. Allí comenzó a realizar su instrumento. Cuando el sol comenzó a despedirse con sus últimos rayos y la luna se elevaba en el cielo, el niño se dirigió a su casa y guardo su trabajo en una caja, bajo la cama.
A la mañana siguiente se fue al colegio donde le informaron que más tarde habría un concurso de talentos y que un profesional iba a asistir. Al niño se le ocurrió la brillante idea de usar su obra musical para el concurso. Corrió a inscribirse, estuvo todo el día ansioso por llegar a su casa y terminar su obra maestra. Cuando llegó a su casa terminó su instrumento y se lo presentó a sus padres, que estuvieron orgullosos de él. El niño estuvo días practicando.
Cuando llegó la hora del concurso el niño estaba como un flan. Cuando salió a escena empezó a deleitar al público tocando una polka. El público aplaudió embelesado, el joven ganó concurso y al preguntarle cómo se llamaba el instrumento, éste respondió: Timple. Aquella palabra sonó suave y llena de musicalidad en el teatro. El público estaba sorprendido y, tras unos breves instantes, Jack pasó por el mejor momento de su vida.
El niño se fue a su casa y, tras unos instantes de inmensa felicidad, se fue a la cama tranquilo y alegre, deseando que aquellos momentos se prolongasen eternamente.
Paula Tapia Oliva , de 12 años, es alumna del Lycée Francais René – Vernau.
Cuarto premio
Voy a ser inventor
Artista Josephine Wall
Me voy a dormir y le digo a mi mamá: Cuéntame un cuento.
Y ella me contesta:
- Ahora no recuerdo ninguno.
A lo que respondo:
- ¡ Pues te lo inventas!
¡Qué bonito tiene que ser inventar cosas! Cosas que hacen que todo sea más fácil, más rápido, más entretenido o más aburrido.
A mí, los inventos que me gustan son los que permiten soñar despierto, imaginar a mis héroes en sus batallas contra dragones y fieras enormes, al capitán pirata con el parche negro tapándole un ojo y su pierna de madera, etc.
Al día siguiente, cuando desperté, ya tenía claro qué quería ser de mayor: Seré inventor de cuentos. Es el mejor invento del mundo.
Y colorín colorado este cuento está inventado.
Alejandro Díaz Mendoza , de 7 años, es alumno del CEIP Nicolás Aguiar Jiménez
Primer premio: "El perfume sin olor". Segundo Premio: "La máquina de suspiros"
Primer premio
El perfume sin olor
Artista Josephine Wall
Cierto día el profesor de Tecnología les dijo a sus alumnos que cogieran plantas olorosas para hacer perfumes.
Cada uno recogió lo que pudo: pétalos de rosa, margaritas, ramas de pinos, hojas de laurel, hojas de eucalipto, etc. Alicia llevó unas plantas muy raras que encontró de camino a su casa.
El profesor explicó cómo mezclar los productos químicos con las plantas que cada uno había llevado, para así conseguir el aroma correspondiente. Una vez terminado el experimento tenían que ponerlos en un frasco y pegarles una etiqueta con el nombre de perfume.
Cada niño obtuvo el olor de la planta que había elegido mientras que el de Alicia no tenía ningún olor.
Uno le puso Aire de campo, otro Aroma de rosas, otro Aroma de pino yAlicia puso Para los que no tienen olfato, pero con tan mala suerte que a la última palabra se le corrió la tinta y casi no se podía leer.
Cada uno se llevó el frasquito a su casa. Alicia al llegar, como todos los días, saludó a su madre y rápidamente fue al baño para lavarse las manos para ir a comer; dejando el frasco sobre el lavamanos.
Por la noche, cuando su padre, que era calvo, fue a ducharse, vio el frasquito que Alicia había dejado sobre el lavamanos al leer la etiqueta Para los que no tengan, pensó que se trataba de champú. Y sin pensárselo dos veces se duchó con él.
Al salir de la ducha y mirarse en el espejo, comprobó que en la calva tenía una especie de pelusilla y se quedó muy contento.
A la mañana siguiente, cuando el despertador sonó, lo primero que hizo fue ir al baño para afeitarse. Pero al mirarse en el espejo se llevó un agradable susto al comprobar la melena que tenía en su cabeza. Despertó a toda la familia. ¡Menuda fiesta! ¡Qué Alegría!.
Y así fue cómo Alicia, sin pensarlo, hizo un gran descubrimiento, como muchos de los grandes inventos que hoy existen (por casualidad).
Esther Navas Ceballos, de 8 años, es alumna del CEIP Iberia.
Segundo premio
La máquina de suspiros
Artista Josephine Wall
Érase una vez una máquina de suspiros con la que se hacían suspiros para toda la ciudad. Todo el mundo los compraba allí y decía que estaban muy ricos. Pero llegó un día en el que, por tanta cantidad de suspiros, la máquina se trabó.
Toda la ciudad estaba muy triste porque no podía comer suspiros de Canarias. Cuando fueron a arreglar la máquina se encontraron con un suspiro gigante y viviente que les atacaba. El enorme dulce arrasaba con toda la ciudad y sólo se podía acabar con el malvado suspiro gigante con una cosa, pero nadie sabía cuál.
Sólo Rernov, un anciano sabio que vivía en lo oculto de una montaña conocía el secreto. Fueron todos a buscar a Rernov para que les ayudara.
El secreto consistía en usar las mangueras de los bomberos para lanzar leche de suspiro gigante. Cuando hicieron caso al anciano el enorme suspiro se partió en muchos suspiros pequeños que la gente comió felizmente.
Orión Cabrera Morales, de 10 años, es alumna del Colegio Arenas.
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